Comparto Nota realizada al ex presidente del Banco Central Arnaldo Bocco, subrayo algunas respuestas que me parecen mas que interesantes y que pueden servir de disparador respecto al desarrollo argentino, viendose entre líneas, en mi opinión, una nueva muestra la falta de federalismo de nuestro país, entre otros aspectos a resaltar. Inivto a cada uno sacar sus propias conclusiones.
Gastón Ojeda .
“Argentina
necesita más inversión pública y privada para garantizar la
sustentabilidad de un proceso de crecimiento económico inclusivo”,
afirma Arnaldo Bocco, economista y ex director del Banco Central. Desde
su visión, la decisión de obligar a los bancos a prestar el equivalente
al 5 por ciento de sus depósitos para la producción a largo plazo y
tasas bajas representa un aporte relevante pero insuficiente para
dinamizar la inversión. Por eso considera que es necesario desconcentrar
el sistema financiero y crear un banco de desarrollo que se ocupe de
proyectos estratégicos para mejorar la competitividad de la economía
local. El economista, ahora dedicado a asesorar
empresas, considera que, impulsado por la revitalización de China y
Brasil y la profundización de las políticas internas, Argentina se
reactivará con fuerza en 2013.
–¿Argentina volverá a crecer a tasas altas en 2013?
–En 2012, Argentina se desaceleró por cuestiones internas y
externas. En el marco de una crisis profunda del modelo europeo y una
situación de incertidumbre en Estados Unidos se dio un escenario de
fuerte desaceleración en China y Brasil que impactaron negativamente.
Internamente hubo políticas que permitieron mantener niveles de
producción y empleo, pero hubiera sido necesario un vuelco mayor de
fondos por parte del Gobierno. Sin embargo, en los últimos meses la
situación económica se dio vuelta en Asia, Brasil y también en
Argentina. Con esa base, el crecimiento en 2013 va a ser tres veces
mayor al del año pasado y el país no va a atravesar problemas de falta
de divisas en el sector externo. Además estamos en un año electoral
donde se van a volcar fondos para obras y consumo. El Gobierno debe
abordar algunos problemas como la inversión y la inflación. Hay que
destacar que en 2012 se dieron grandes cambios estructurales en las
instituciones económicas del país.
–¿A qué cambios se refiere?
–Argentina tomó una serie de medidas que profundizan el modelo.
Terminó de desdolarizar la economía en términos de atesoramiento y
transacciones. Después de una fuga de capitales sin precedentes el,
Gobierno nacionalizó el ahorro, una situación que causa poca simpatía en
sectores medios altos, cuya comodidad desde los ’70 era atesorar en
dólares. En segundo lugar cambió la Carta Orgánica del Banco Central y
estableció una mecánica en las antípodas otorgándole más grados de
libertad. El tercer punto es que puso fin a la autorregulación del
mercado de capitales para comenzar a regularlo, democratizar y unir la
oferta y demanda de financiamiento en una economía pesificada y con
escasez de productos financieros.
–No sólo hay escasez de productos financieros sino también de crédito a la producción.
–El sistema bancario argentino se parece a la aristocracia agrícola
del siglo XIX, no innova, no diversifica productos, sino que busca
rentas financieras y tiene tasas de ganancia extraordinarias. No es un
sistema con competencia; sacando el caso del Banco Nación, que atiende
sectores de la producción y nunca retiró el crédito, el resto de los
bancos son rentistas y cobran muy caro los créditos que dan. El pequeño
empresario argentino autofinancia sus inversiones. Quienes lo financian
no son los bancos sino el capital comercial, el importador o productor
de las máquinas que compra. El sistema bancario no se preocupa por la
sobrevida de los dos millones de empresas que funcionan en Argentina ni
tampoco hay normas que los obliguen.
–El Banco Central obligó al sistema bancario a prestar a mediano plazo a tasas bajas para inversiones productivas.
–Esos créditos a baja tasa fueron extraordinariamente importantes
por la cantidad de fondos volcados que van a impactar en 2013 y los
próximos años. Pero no es suficiente con que el Banco Central obligue a
los bancos a prestar. La inversión en 2012 cayó a niveles que no
garantizan competitividad ni una oferta adecuada de bienes salario para
poder compensar los desajustes de precios que tiene la economía.
–¿Qué quiere decir eso?
–Si cae la tasa de inversión se frenan procesos de modernización en
fábricas que son necesarios para asegurar la competitividad, la calidad y
el precio de los bienes de consumo masivos. Argentina necesita más
inversión, necesita 10 mil millones de dólares adicionales por año. Para
eso es necesario reestructurar la oferta del sistema financiero. El
actual sistema reproduce la concentración monopólica en el sector
empresario. Las grandes empresas se apropian de la mayor parte de los
créditos para la producción. Es imprescindible generar más instrumentos
para llegar a las pymes.
–¿Por qué la línea de crédito del BCRA no es suficiente para alcanzar a las empresas micro, pequeñas y medianas?
–Las pymes no están suficientemente bancarizadas y los bancos en su
capilaridad y cobertura territorial no actúan con la misma velocidad y
profesionalismo con que trabajan en Buenos Aires. En lugares
insospechados de ausencia de entidades bancarias como puede ser una
capital provincial o ciudades importantes con alta industrialización,
las empresas terminan yendo a Buenos Aires a pedir los créditos cuando
la situación debería ser la inversa, con los gerentes de los bancos
visitando empresas para dar créditos. Argentina tuvo centenares de
entidades financieras desde grandes bancos hasta cajas cooperativas de
crédito. El Banco Central debe impulsar una desconcentración. El
problema no es sólo que el sistema no presta sino que no captura toda la
circulación de ahorro que tienen los argentinos. La economía argentina
cambió y también su geografía económica. Este gobierno avanzó mucho en
temas económicos, pero falta una reforma financiera, porque si no 15
bancos se quedan con todo el negocio.
–¿Con el Estado regulando y promoviendo una desconcentración alcanza?
–Argentina necesita tener un banco de desarrollo para financiar
proyectos de infraestructura que mejoren la competitividad hasta la
internacionalización de empresas. Eso no lo resuelven las inversiones
productivas de Anses ni la posibilidad de destinar una parte de las
reservas del Banco Central para financiar gastos de capital. En Brasil,
Alemania, China, Corea los bancos de desarrollo son los encargados de
resolver los problemas de largo plazo de manera profesional. Argentina
no necesariamente requiere salir al mundo a buscar recursos adicionales
salvo en el caso de YPF o proyectos de infraestructura como el Belgrano
Cargas, que es la columna vertebral de la competitividad de 14
provincias argentinas. Un banco de desarrollo debe abordar temas de
competitividad macroeconómica pero también microeconómica al nivel de
las empresas.
–¿Cómo se financia un banco de desarrollo?
–En cada país se hace de distinta forma, algunos con aportes del
Tesoro, otros con impuestos específicos, con aportes combinados entre
emisiones de mercado y participación de organismos regionales
multilaterales o incluso con participación del sector privado. No es
necesario que el Banco Central aporte reservas internacionales, se puede
acceder a financiamiento de distintas instituciones como el Banco
Interamericano de Desarrollo (BID), la Corporación Andina de Fomento
(CAF) y el Fondo Latinoamericano de Reservas (FLAR). Hay muchas
posibilidades.
Fuente: Nota del Diario Página 12 Enero 2013
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