Entrevista de trabajo

Si uno busca en la web hay muchisimos ítems que se dan como fundamentales al momento de sobrellevar una entrevista laboral, por ejemplo:

No seas el primero en extender la mano, espera a que tomen la iniciativa ellos.

Saluda con un apretón de manos y sonríe, mirándole a los ojos

No te sientes hasta que te lo digan

No tutees si no te lo indican

Evita ponerte nervioso y, si lo haces, evita los gestos que lo demuestran (morderse las uñas, golpear con el boli en la mesa, agitarse en el asiento…)

 No fumes

No interrumpas

Mira al entrevistador a los ojos, pero sin intimidar

Deja que él tome la iniciativa

No hables demasiado, ni demasiado poco. En el equilibrio está la virtud.

Cuida tu lenguaje

No peques de agresivo ni de sensiblón

Nunca hables mal de las empresas en las que has trabajado

No te niegues a responder preguntas

No utilices expresiones tajantes “siempre, nunca”, ni utilices latiguillos “osea”, “este”, “bueno”…

Muestra entusiasmo por el trabajo, pero no lo supliques

Nunca hables mal de las empresas en las que has trabajado

 Desde mi punto de vista todos estos tips y muchos otros solo conforman una solo una serie de mandamientos. Muchas veces sucede que si el entrevistado se apega demasiado a ellos desnaturaliza su desenvolvimiento, por eso prefiero exponerlos de otra forma de sugerencias y en mucha menor cantidad. Llegado el caso que  un amigo me preguntara como preparar una entrevista, le aconsejaría:

Junta la mayor cantidad de información posible sobre la empresa para la que te postulas. Se amable y educado, siéntete con confianza, cree en ti mismo, en tus habilidades y competencias para el puesto. Adecua la vestimenta y actitud acorde al tipo de trabajo en cuestión.  Concentrarte en que es lo que la empresa quiere de ti (que problema o necesidad pretende cubrir contratándote) y porque te deben contratar a ti y no a otro. El cuerpo habla por nosotros, el lenguaje corporal es importante, trata de buscar el equilibrio entre no mostrarte sumamente tenso o demasiado relajado, mucha suerte!

Gastón Ojeda